A. Los precedentes.
Ya hemos dicho que el nacionalismo es una de las grandes fuerzas ideológicas del siglo XIX. Surgido de la propia Revolución de 1789, tiene su máxima expresión durante la primera mitad del siglo en los movimientos nacionales de Grecia (1622-1830), Bélgica y Polonia (1830), Estados italianos (desde 1820), Imperio Austríaco o en el área alemana (desde 1830). De los territorios citados, sólo Grecia y Bélgica consiguen su objetivo de independizarse de sus Estados dominadores (Turquía y Holanda) en 1830. En el resto de Europa, el problema nacional se mantiente durante todo el siglo. Pero es en los Estados italianos y alemanes donde mayor fuerza adquiere este movimiento, que tiene en estos casos una tendencia de unión, no de separación.
B. La unidad italiana.
Antes de convertirse en un Estado unitario, Italia estaba dividida en ocho reinos o ducados, el más grande de los cuales era el de las Ds Sicilias, al sur. Los movimientos nacionales hasta 1849 estuvieron en manos de grupos reducidos de liberales, partidarios de la unificación con posturas diversas sobre la forma de gobierno.La unificación italiana fue realizada durante el reinado de Victor Manuel II de Saboya (1849-79), considerado por los nacionalistas como un monarca liberal, pues respetó el Estatuto de 1848m aprobado por su padre Carlos Alberto, y que luego fue la Constitución del nuevo Reino de Italia. En el proceso de unificación destacan dos hombres: el conde de Cavour, primer ministro del reino de Piamonte, de tendencia liberal moderada y artífice de la unidad italiana; y Giuseppe Garibaldi, Hombre de acción, republicano y seguidor de las ideas de Mazzini, quien incorporó al reiono de Italia los derritorios del Sur (expedición de los "camisas rojas" a Sicilia, 1860). Al año siguiente quedó constituido el Reino de Italia. Faltaban los Estados Pontificios y el Véneto. La derrota de Austria en 1866 ante Prusia, permitió la incorporación del Véneto. La resistencia del Papa a formar parte del nuevo reindo dio lugar a la "cuestión romana", tras la unión de los Estados Pontificios a partir de la derrota francesa ante Prusia en 1870, siendo proclamada Roma capital de Italia, decisión que no aceptó el Papa Pío IX.
C. La unificación de Alemania.
Se hizo en torno a Prusia, como reino más poderoso. Después de 1815, el territorio alemán esaba formado por 39 estados independientes, parte de los cuales se unieron en la Confederación Germánica. En 1834 se creó una Unión Adueanera con varios Estados del norte, pero los intentos unificadores de 1848 acabaron en fracaso por la división interna de los nacionalistas alemanes y las presiones de Austria.El proceso de unificación se acelera cuando en 1862 es nombrado canciller de Prusia, Otto von Bismarck, quien impone un modelo autoritario y militar. En efecto, la unidad se logra tras tres guerras sucesivas contra Dinamarca (1864, Austria (1866) y Francia (1870). Tras la derrota de Francia en 1870, se proclama el II Imperio (Reich) alemán, con Guillermo I como emperador. Comienza así el predominio de Alemania en Europa.
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